Falsos mitos sobre el sexo y la virginidad.
Alrededor de la virginidad se han creado numerosos mitos que conllevan a una gran desinformación en la sociedad. Esto lleva ocurriendo muchos siglos atrás, y aunque hoy en día el sexo no es tan tabú como lo era antes, considero importante hablar sobre ello.
La virginidad se han considerado durante siglos una cualidad positiva otorgada a la mujer. Las mujeres que no se conservaban "puras e intactas" hasta el matrimonio, directamente perdían su valor social y provocaban la deshonra familiar y siendo objeto de repudio y escarnio.
Dejando de lado viejas creencias, a pesar de todo lo que hemos evolucionado, todavía hay muchísimas personas que desconocen en qué consiste el concepto de virginidad.
Uno de los mitos más frecuentes es el que señala que perder la virginidad es doloroso y produce un abundante sangrado debido a la rotura del himen, un tejido membranoso considerado como el símbolo de la virginidad femenina. Pero en realidad no se trata de una barrera que impide el paso como muchas personas creen. El himen se encuentra alrededor del orificio de entrada de la vagina, y teniendo unos adecuados preliminares, se extiende gracias a su elasticidad, pudiendo convertir el primer acto sexual en algo totalmente indoloro y placentero.
Por diversos motivos, el himen de algunas mujeres desaparece totalmente antes del nacimiento, en otras mujeres desaparece mientras hacen actividades cotidianas o practican deporte; luego existe el "himen complaciente" el cual permite la penetración sin romperse. En definitiva, solo un 50% de las mujeres sangra después del primer coito.
Estos son algunos de los muchos falsos mitos que giran en torno al sexo:
-Relacionar la masturbación solo con hombres o con personas solteras. Evidentemente las mujeres se masturban al igual que los hombres, y no existe una edad adecuada para comenzar a hacerlo, tan solo cuando cada cual considere oportuno. Tampoco tiene nada que ver con estar soltero o con pareja. El placer de la autoestimulación es un factor importante de la sexualidad de las personas y un punto fundamental de aprendizaje, de conocimiento de uno mismo. Conocer tu cuerpo, conocer cómo llegar al orgasmo y qué es lo que más nos gusta para poder transmitirlo cuando tenemos relaciones sexuales con otras personas.
-Creer que el orgasmo femenino solo puede darse a través de la penetración: el punto de mayor placer femenino con respecto al sexo es el clítoris, no la vagina. La creencia de que existen dos tipos de orgasmos, el clitoriano y el vaginal, produce en muchos casos la preorgasmia (dificultad de llegar al orgasmo). Por cuestiones anatómicas, el 75% de las mujeres necesitan la estimulación del clítoris para llegar al orgasmo.
-Creer que el tamaño del pene importa: es totalmente falso. El tamaño del pene no es proporcional al placer sexual.
-Pensar que es necesaria la erección para poder disfrutar de una relación sexual: Es probable que a veces debido al estrés o al cansancio no haya una erección adecuada para la penetración. Pero eso no debe ser visto como un problema pues tenemos muchas más partes del cuerpo que podemos utilizar para nuestras relaciones sexuales y además podemos innovar.
-Creer que no se pierde la virginidad hasta que no se ha realizado la penetración. Esto es totalmente falso, pues cualquier experiencia sexual que hayamos tenido con otra persona ya es considerada como relación sexual, en la cual puede haber placer sin haber experimentado la penetración. En esto influye la homofobia que sigue habiendo en la sociedad, pues dos chicas que mantegan relaciones sexuales lo pueden hacer sin ningún tipo de penetración, aunque también está claro que pueden utilizar juguetes sexuales.
-¿Sacar el pene de la vagina justo antes de eyacular impide la fecundación? No. Es una creencia errónea, ya que el líquido pre-seminal que se segrega posee espermatozoides que son factibles de producir la fecundación, y además, es posible la infección de enfermedades de transmisión sexual si no se usa el preservativo.
-Una buena relación sexual implica que las personas involucradas lleguen al orgasmo al mismo tiempo: Es una creencia totalmente falsa. La exigencia de querer acomodar el orgasmo un parámetro de tiempo puede hacer que no disfrutemos de la relación sexual. Lo importante es disfrutar, no llegar al mismo tiempo.
Bien, ya hemos visto cuales son algunos de los mitos en torno al sexo. Es importante reconocer cuales son estas creencias falsas para así no cometer errores que son perjudiciales para nosotros y para las personas con las que mantenemos relaciones. Sostener creencias falsas con respecto a la sexualidad genera múltiples consecuencias, una de las principales tiene que ver con las disfunciones sexuales. Generarse exigencias desde estos mitos produce que la persona esté más pendiente de su "performance" que de sentir placer y conectarse con el otro. Esto nos lleva a no vivir la sexualidad como placentera. Vivirla con culpa, ansiedad y malestar como consecuencia de los mitos que circulan es algo evidentemente negativo. Por ello, como he mencionado antes, es importante reconocer estas falsas creencias y apartarlas de nuestra vida sexual, para que nuestras experiencias sexuales puedan ser sanas y placenteras para nosotros y las demás personas.